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Sí a la recuperación del medio ambiente


El conflicto armado ha generado una degradación ambiental significativa y ha impedido que el país avance en labores de protección, conservación y restauración del medio ambiente. La deforestación y contaminación que generan las economías ilegales vinculadas al conflicto, las voladuras de oleoductos como estrategia de guerra, la presencia de grupos armados y minas antipersonales en áreas protegidas, la ampliación de la frontera agrícola como resultado del desplazamiento forzado, la concentración de tierras por parte de actores armados y su “potrerización”, son tan solo algunos de los impactos negativos del conflicto sobre el medio ambiente que hacen que este pueda ser considerado, en cierta medida, como una víctima más de estas cinco décadas de guerra. En ese sentido, el fin del conflicto puede ser una oportunidad única para reparar los daños ambientales del conflicto y encaminar el país hacia un sendero más sostenible. La aprobación del plebiscito es un primer paso en esa dirección. Por eso, a continuación hacemos un listado de las razones por las cuales, desde una perspectiva ambiental, los colombianos deberían votar SÍ al plebiscito por la paz.

Razones ambientales para decir sí a la paz:

1. Restauración y recuperación de zonas afectadas por el conflicto: Las restauración ambiental de las zonas altamente biodiversas e importantes ecológicamente, que son, en buena parte, las mismas zonas en donde se ha desarrollado el conflicto, solo será posible integralmente con la cesación del mismo. Los acuerdos sobre Reforma Rural Integral (punto 1) y sobre el problema de drogas ilícitas (punto 4) incluyen un componente de sostenibilidad y recuperación ambiental que busca propiciar procesos de recuperación ambiental y garantizar el control, la restauración y la protección efectiva de zonas de especial protección como los parques naturales.

2.Disminución de la deforestación: El conflicto amado ha contribuido de forma significativa a la reducción de los bosques del país. En 2013, el 75% de la deforestación nacional se concentró en los municipios en donde el conflicto ha tenido una incidencia alta o muy alta. Con el cese del conflicto, podría haber mayor control sobre las actividades que incentivan la deforestación, como los cultivos de uso ilícito y la minería ilegal, y, consecuentemente, se podría reducir la tasa de deforestación en estos territorios. Además, los acuerdos firmados incentivan actividades de reforestación que ayudan a reversar los daños que ha generado el conflicto y están encaminados a cerrar la frontera agrícola y garantizar la protección de las zonas de reserva ambiental.

3. Mayor control de actividades ilegales: si bien con la aprobación de los acuerdos no se garantiza la desaparición de las actividades ilegales que han estado asociadas al conflicto como el narcotráfico y la minería ilegal, con la cesación del mismo podrá haber mayor presencia del estado en diferentes zonas del país. Una mayor presencia estatal garantizará un mayor control sobre estas actividades y reducirá, en cierta medida, los impactos negativos que generan sobre el medio ambiente.

4. Más investigación científica: Un impacto poco documentado del conflicto armado sobre el medio ambiente ha sido la barrera que la presencia de actores armados en zonas altamente biodiversas ha impuesto a la investigación científica en estas zonas. Con el fin del conflicto y con acciones como el desminado de áreas especialmente biodiversas (que están previstas en los acuerdos), esta barrera será menos significativa y el país podrá avanzar en investigación en temas como la biodiversidad, los servicios ecosistémicos que las diferentes áreas del país proveen, la cantidad y calidad de sus recursos hídricos, la calidad, vocación y uso de sus suelos, entre otros.

5. Mayor presencia en Parques Naturales: Los Parques Naturales Nacionales han sido uno de los principales escenarios del conflicto armado colombiano. En parte porque son lugares de difícil acceso, con poca presencia estatal y con condiciones físicas y geográficas especiales (densas selvas o bosques, posición geográficamente estratégica, ríos que sirven como medio de comunicación), las FARC los han convertido en epicentro de sus operaciones. El uso estratégico de los parques por parte de la guerrilla ha llevado a que haya poca presencia de funcionarios de Parques Naturales dentro de los mismos, pues, a través de amenazas y actos de violencia, la guerrilla ha logrado imponer una barrera de facto. Asimismo, el 42% de los parques se ha visto afectado por cultivos de coca y el 28% tiene actividades de minería ilegal. Por ende, si se aprueban los acuerdos de paz y se desmoviliza las FARC, podrá haber mayor presencia de los funcionarios dentro de estas áreas protegidas. Esto permitiría garantizar mayor control sobre las actividades que se realizan dentro de los parques, y más acciones de restauración y conservación del patrimonio natural del país.

6. Una economía más verde y diversificada: el conflicto armado ha dificultado el desarrollo de actividades económicas como el turismo, el aprovechamiento de la biodiversidad y el pago por servicios ambientales. Los Acuerdos de la Habana (en especial el de Reforma Rural Integral), establecen que en las áreas de especial interés ambiental (que es en donde se ha desarrollado buena parte del conflicto) se promoverán alternativas como la prestación de servicios ambientales, los sistemas de producción alimentaria sostenible y silvopastoriles, proyectos de reforestación, entre otras, que sirvan para equilibrar la protección del medio ambiente con el bienestar y buen vivir de las comunidades. En esa medida, votar Sí al plebiscito es una forma de darle impulso a estas alternativas sostenibles que se implementarán en la etapa de posacuerdo.

7. Un ordenamiento ambiental del país: El conflicto armado y la presencia de los actores ilegales en zonas ambientalmente importantes también ha impedido que se avance de forma significativa en el ordenamiento ambiental del país. Por eso, uno de los puntos centrales del acuerdo sobre Reforma Rural Integral, y una de las razones ambientales para votar por el Sí, es que en un plazo de dos años desde la firma de los acuerdos, el gobierno debe desarrollar un plan de zonificación ambiental en que se delimite la frontera agrícola y se caractericen las áreas que necesitan un manejo ambiental especial, como las áreas de reserva forestal, las zonas de alta biodiversidad, los ecosistemas estratégicos y frágiles, y las zonas de recarga de acuíferos, entre otras.

8. Fortalecimiento de la participación en asuntos ambientales: un punto central de los acuerdos es que en la mayoría de los proyectos e iniciativas que se realicen en el marco del posconflicto debe garantizarse la participación de las comunidades. Por ejemplo, los acuerdos establecen que en los procesos de planificación de usos del suelo y ordenamiento territorial se deberá garantizar los espacios de participación y decisión. Este impulso al derecho a la participación puede ayudar a reforzar la participación de las comunidades en las decisiones relacionadas con el medio ambiente para que estas decisiones sean tomadas teniendo en cuenta el conocimiento local y la experiencia de quienes habitan y más conocen el territorio.

9. Disminución en la contaminación por ataques a la infraestructura petrolera: Los ataques a la infraestructura del sector de hidrocarburos han sido una de las armas de guerra utilizadas por la guerrilla. En los últimos 35 años los oleoductos de Ecopetrol han sido atacados 2.575 veces, derramando 4.1 millones de petroleo, cifra que equivale a 16 veces la cantidad de barriles derramados en la catástrofe del buque Exxon Valdéz en 1989. Tan solo entre 2009 y 2015 se derramaron 756.700 barriles de petroleo que afectaron 129 municipios y el 30% de las cuencas hídricas del país. Con el cese bilateral del fuego y la aprobación del plebiscito, estos ataques, y la grave contaminación que generan, disminuirán significativamente. Tan solo con el desescalamiento del conflicto y el cese unilateral del fuego del ultimo año, el país lleva casi 365 días sin ataques a la infraestructura petrolera."


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